Desde la trinchera nos habla de toda una generación, hija de la precariedad heredada de la crisis económica de 2008, y de su lucha contra el patriarcado y los pequeños pero insidiosos micromachismos que todavía existen. La autora quiere contar las batallas cotidianas de una mujer joven en un mundo masculino y masculinizado, con todas sus contradicciones. No busca crear un marco teórico ni resolver grandes dilemas, tampoco establecer las directrices de la lucha contra el patriarcado. Laura Martínez relata un conjunto de vivencias que nos llevan de lo personal a lo político, de lo doméstico al espacio público.
En el último lustro, el feminismo de combate ha ganado terreno a los llamados micromachismos. Ha llenado cada vez más espacios y se ha cargado de energías renovadas con nuevas voces. Gran parte de esta nueva revolución descansa sobre los hombros de decenas de miles de mujeres jóvenes, hijas de una cultura heteronormativa, que han decidido que hasta aquí habían llegado. Ellas son la primera línea de ataque contra un universo masculino y masculinizado que ahora observa, con temor o una sonrisa condescendiente, como son ellas quienes ocupan las calles dispuestas a cargarse las jerarquías de género que gobiernan el mundo.
«Nosotras, que vivimos en un país que cuando llegó a la democracia se topó con una guerra que aún nos deja heridas abiertas, con cuarenta años de dictadura, sabemos bien que los derechos no son eternos. El progreso no es lineal e ininterrumpido; las ideas permanecen, pero es terriblemente fácil eliminarlas de los espacios donde se ejerce el poder (...). Parafraseando a Valcárcel, las mujeres tenemos que pelear cada centímetro de bienestar porque nuestras conquistas aún son frágiles.»
El cuerpo femenino. «Y nos quedan temas por abrir. Abordar el debate sobre la medicina, la salud y el funcionamiento de nuestro cuerpo; conocer cómo funcionamos, cómo se comportan nuestras células y hormonas en los procesos vitales. Acabar con la violencia ginecobstétrica y los anticonceptivos como respuesta para todo sin conocer sus efectos a largo plazo, sin valorar alternativas. Conseguir la visibilidad del sexo femenino en el diagnóstico de enfermedades comunes.»
Los cuidados. «Contrariamente a lo que nos han enseñado, la incorporación de las mujeres al mundo laboral no nos ha liberado del trabajo doméstico, de cuidados o reproductivo, ni tampoco ha venido acompañada de una redistribución del tiempo y los esfuerzos; el doble empleo ha supuesto una doble carga. Así que me cuesta llamarlo emancipación.»
En los medios. «La reiteración constante de estereotipos y mensajes sexistas en los medios ha conseguido que interioricemos algunas formas de machismo, que lo normalicemos y solo nos escandalice en su versión más sangrienta (...) Así, los medios nos presentan un machismo tolerable por omisión, el machismo cotidiano que hacen invisible, y un machismo intolerable, por violento. Lo hacen cuando condenan un asesinato o una violación pero expulsan a las mujeres de los debates serios, cuando argumentan mediante tópicos sin fundamento, cuando no hay expertas a las que consultar en horas y horas de programación, cuando nos interrumpen constantemente, cuando nos exhiben como una pieza de museo o de carne en un concurso, cuando deciden que solo las guapas y simpáticas, las agradables, pueden aparecer.»
Las redes sociales. «Según el informe de Amnistía Internacional, un 25% de mujeres adultas ha sufrido acoso en internet. La cifra aumenta en el caso de niñas y adolescentes, donde alcanza el 58%, casi seis de cada diez, según la ONG Plan International, que incluye como acoso «la recepción de mensajes explícitos, imágenes de contenido sexual, ciberacoso, amenazas de violencia física y sexual, comentarios racistas y anti-LGTBIQ+, humillaciones y burlas, y ataques por su aspecto físico», y explica que afecta a su integridad moral, las hace sentir inseguras y fuerza su salida de las redes en las que han sido acosadas.»
Laura Martínez (Valencia, 1994) es graduada en Periodismo por la Universitat de València. Combinó sus estudios con trabajos como redactora en diversos medios de comunicación de ámbito autonómico, hasta que el 2016 recaló en la que iba a ser su casa hasta el día de hoy, eldiario.es. Allí cubre la información política e institucional y además, ha encontrado un espacio para tratar y escribir sobre las distintas perspectivas del feminismo y la precariedad.
PVP: 18,50€
Formato: Rústica con solapas
Páginas: 176
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Bienvenid@s a Athalía la lía:
Este post lo escribí para ti, me encantaría saber tu opinión. Si tienes interés en mi respuesta, marca la casilla «Avisarme». Para las iniciativas pon tu URL en el post correspondiente.
¡Gracias por formar parte de mi mundo!